El 24 de mayo, más de 400 niños salieron de la escuela primaria Robb de Uvalde, Texas, como supervivientes. Días como este, persiguen a los sobrevivientes durante años. Hoy vamos a platicar con una sobreviviente de una masacre y con una experta en salud mental para tratar de entender hasta dónde llega el daño causado por una experiencia tan violenta como un tiroteo. ¿Qué pasa en estas comunidades cuando se van las cámaras?
Cada año, casi 50,000 estudiantes estadounidenses viven un acto de violencia con armas de fuego en su escuela (Buró Nacional de Investigación Económica). Y, tristemente, cada día tenemos más tiroteos, más muertos, pero también sobrevivientes que tienen que lidiar con los sentimientos complejos que dejan esas experiencias.
Un trauma por una masacre puede provocar depresión, ansiedad, estrés postraumático y otras secuelas que pueden acompañar el resto de sus vidas a las víctimas, sus familiares y también a toda la comunidad donde ocurre el suceso.