Tenancingo, un pequeño municipio de México, es conocido internacionalmente como “el epicentro de la esclavitud sexual”. La mayoría de las mujeres que son reclutadas por los padrotes terminan siendo explotadas en Nueva York. Analizamos cómo operan estos mafias, qué tan involucrados están los cárteles y cuán determinante ha sido la complicidad de la policía en Estados Unidos.
Tenancingo, un pequeño municipio que está a un par de horas de la Ciudad de México es conocido internacionalmente como “el epicentro de la esclavitud sexual”.
Allí, generación tras generación, clanes familiares se dedican a reclutar a mujeres y niñas para luego convertirlas en esclavas sexuales que luego envían a Estados Unidos para prostituirlas. Nueva York es el destino favorito de estas mafias familiares.
Los periodistas Juan Alberto Vázquez e Isaías Alvarado han investigado estos casos en Nueva York. Hoy nos van a explicar cómo operan estos clanes mexicanos, qué tan involucrados están los cárteles y cuán determinante ha sido la complicidad de la policía en Estados Unidos.